Aunque es lamentable



Es nuestra realidad. Y lo es, porque aunque seamos inteligentes, de eso no depende. Depende de algo más grande que mueve nuestra especie. Y nos ha movido durante miles de años el deseo de guerra.



Y es lamentable. Pero al parecer está en nuestra sangre. Es como si dependiéramos del dolor que le podemos ocasionar a otro. Como si no aprendiéramos. Como si siempre existiese un deseo incomprensible de dominar, de vencer, de esclavizar, de burlar, de tantas cosas que ni siquiera puedo pensarlas.



Pensé un día que lo que veía era parte de un nuevo show. Un nuevo reality en donde jugaban a ser presidentes. Y todos podían estar. Hasta el más charlatán. Y no le preste atención. Hasta hace poco. Cuando comprendí que no era un reality. Algo como debió pasarles a quienes ven la guerra de mi país en noticieros o en clínicas. Es una guerra distinta. Es una guerra que no les toca aunque la vean pasar en sus vidas como una película.



Así ha sido todo esto. Es absurdo ver enfrentado a un payaso a una mujer. No lo entiendo. Y sé que ganará el payaso. Así es. Ganará y me duele escribirlo. Pero ya lo sé porque no solo no le darían la presidencia a una mujer, sino que este planeta quiere guerra. Como si la necesitara. Estados Unidos ha llegado a un estado lamentable en donde se ha creído los realities que ha inventado y ahora tendrá que sostener esas realidades a su pueblo.



Y cuánto lo lamento. Lo lamento por todos. Por quienes viven en él. Por quienes no vivimos en esos estados unidos que un hombre negro unió por los últimos años de una forma como ningún otro había hecho. Donde quieras que este Obama te abrazo. Porque sé que te debe estar doliendo ver perder lo que has construido en estos años. Tanto sacrificio…tanto. Todo lo que avanzaste e hiciste avanzar a tu gente. Fuiste un gran líder. Y ahora viene uno que no lo será. Y es lamentable.



Y lo lamentaremos todos. Todos. Porque todos sabemos que quien gobierna esos estados unidos, no solo gobierna sus estados sino que es el hombre más poderoso del planeta. Y por supuesto no será mujer. No por ahora. No. No estamos listos para la belleza que nos podría brindar una mujer en el poder total y absoluto. Una mujer gobernándonos y cesando las guerras. Porque ¿qué mujer querría mandar a sus hijos a la guerra? Todas esperaría que los quisiéramos ir a la paz.



Pero es tarde. Y lamentable. Ni quiero mirar estadísticas. Ni probabilidades. Porque creo saber. Vivimos en un planeta aún de absurdos y la ignorancia está superando la real necesidad que tenemos de vivir en un planeta en paz. No hay paz. No total. No parcial. No hay ni habrá porque es nuestra propia decisión. Y hoy en mi planeta se juegan cartas impensadas. Cartas mágicas en donde el odio pareciera vencer al amor. En donde la mentira a la verdad. En donde la injusticia a la justicia. En donde la ficción de esas realidades inventadas superó la propia realidad…y es lamentable. Porque seguramente a esta hora esos estados unidos y parte de mi continente ya han decidido que un nuevo hombre de guerra gobernará y nos llevará por un camino de desamor…lamentablemente.



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