Y click

Es solo dar play. Que belleza. Así de simple. Y hoy suena una diferente. Son for Gavin. Y yo la dejo. Porque sus notas me llenan de esperanza. Si. De esperanza. Eso que necesitamos todos a borbotones. Porque la vida de ninguno es perfecta. Si no es la salud. Es el dinero. Y si no es el dinero es el amor. Y si no es el amor son dos o tras de ellas. O si no es ninguna uno se las inventa y si no se las inventa es la vida que de verdad llega con fuerza a darnos lecciones.

Y click. Suena una nota en fa mayor y se queda en sostenido. Que hermosas son esas notas que suenan desde pequeña en mi vida. Aprendí a escuchar Vivaldi de tanto escucharlo y cuando lo oigo mi piel se va de viaje a mi pasado. Por eso escucho a Ludovico para agarrar este presente y poder contar historias. Unas de un pasado cercano y no tan lejano. Uno en donde yo tuve algo, un tropiezo, un escalón altísimo que casi no paso y que ayer me decían que para como me habían visto mi recuperación era asombrosa. Y si. Así es. Lo es. Porque parte de sanar consiste en aceptar. Y yo acepto que tengo un desorden mental. Bipolar afectivo y que además en realidad desde lo no tradicional es también bipolar. Tengo un desorden con la aceptación de lo masculino. Por qué será…¿Por qué? pues claritico viene a mi memoria ese hombre grande que murió cuando yo consolidaba la presencia de un paterno. De ahí para allá ha sido difícil que yo acepte un masculino en mi vida. Difícil es poco. Pobres ellos.

Y click. Eso hizo en mi vida. De ida y de venida. Y siento solo respeto por mi y por todos aquellos que lo hemos hecho porque tenemos distintas vidas y entonces así recuerdo la mía. Libre y liviana. Verdadera y simple. Compleja también. Muy. Porque ir en contravía de un sistema poderoso te obliga a irte por la orillita porque o sino los golpes son enormes. Y si. Lo son. Pero respiro profundo y ya todo pasó. Siento la sensación de que de aquí para allá todo es en bajada. ¿Será por eso? ¿o será porque llegué la mitad de mi vida? ¿Y empecé la vuelta número cincuenta? ¿y entonces eso me hace creer que voy en bajada? digamos que sí. Pensemos que sí. Porque me encanta la idea. Hay veces pienso que día del año es e imagino en qué parte del sol estamos. En qué parte precisa estamos Y me encanta la idea.Y cierro mis ojos. Y dejo que donde esté el Sol plácidamente toque mi rostro, mi piel, mi cuerpo.

Y click y click y click y recontraqueteclick. ES hermoso sentirme de vuelta. Simplemente hermoso. Sentir la placidez de la tibieza de mi cuerpo. Y sentirme de vuelta en mi cuerpo es sentirme de vuelta en mi hogar que silencioso me espera. Casi que no pasamos la prueba Robledal. Tenía que haber permanecido entre robles para aguantar semejante tracamanazo. Y creer tan firmemente también en la flexibilidad para montada en la punta de Pepe en mi mente doblarme con él y regresar a nuestro punto original creyendo firmemente en la resiliencia como esa fuerza que poseemos los seres vivos.

Y click.