Corales

Arrecifes de corales. Seres vivos como tú y yo. Como árboles a un bosque y están desapareciendo. Lo sabía. Lo olvido en medio del intento por sobrevivir. Qué absurdo. Ayer lo recordé al ver el especial en netflix “Chasing Coral”. Queda uno como cuando dicen “El último que salga, que apague”. Porque se están muriendo. Y sin corales no hay arrecife. Y sin arrecifes no hay peces sanos. Y sin arrecifes sanos, ni peces sanos no hay océano sano. Y sin océano sano no hay planeta sano. Es una cadena alimenticia. ¿Por qué será que le cuenta tanto al humano entender? Yo es que si prefiero el árbol, el bosque, los peces, las aves, la vida.

Corales. Qué impresionante y evolucionados son. Qué complejo para nosotros entenderlo. Porque como el centro del mundo está en nuestro ombligo cualquier otra especie que muera ni nos importa. Puede estar justo al lado. En nuestra propia casa. Puede ser el cactus del escritorio de la oficina que se murió por falta de agua y eso ni cuenta. Y para mi todo cuenta. Todas son todas. Hace poco mientras me recuperaba solo podía estar tranquila porque una mujer hermosa estaba en casa cuidando de mis perrunos. Aunque en medio de mi proceso hasta de ellos me venía desconectando. Los olvidaba.

Corales de colores. Son un espectáculo. He tenido el placer de verlos y tocarlos y sentirlos y de ver cómo en simbiosis hacen de las suyas. Cómo le ofrecen hospedaje al pez payaso para que el pueda esconderse tras esas bellezas de anémonas y que nadie se lo pueda comer. Ni ella. Porque él a cambio le da alimento. Simbiosis. Un fenómeno especial y maravilloso invento de la naturaleza para sobrevivir. Una adaptación.

Corales. Los perdemos. Y con ellos nos vamos todos. El año pasado el 29% de la Gran Barrera de Coral se perdió para siempre. Inaudito. Y peor aún que no haya sido un escándalo mundial. que tú lo sepas. Que todos lo sepamos. Todos. Y que juntos hiciéramos algo. Pero algo serio. Algo verdadero. Me da hasta rabia y tengo que parar. Maldita sea. Mientras yo escribo y ustedes leen se mueren…si comprenden eso ¿verdad? Y nuestros gobernantes se debaten entre sus salarios, la corrupción, cómo robarnos más y más y las especies allá afuera se están muriendo. Literal. Los corales se mueren de hambre. De cuenta del calentamiento global en el que muchos no creen. Pues qué tal si por una vez en sus vida consultan www.chasingcoral.coma ver si lo que ven no los conmueve. Aunque ya sé la respuesta. Pero albergo la esperanza. Aún así albergo la esperanza de que mi especie se salga de ese invento capitalista de irse a los malls a ver cosas que no necesitan para vivir y en cambio si hagan algo por las que si necesitan para vivir. De la naturaleza de la cual hacen parte.

Corales. Son fluorescentes. Brillan. Son de diferentes colores. Son hermosos. Completamente únicos. Y si nos descuidamos no quedaran. Son animales como nosotros. Bellos animales que no encuentran la forma de adaptarse tan rápido como nosotros aún siendo tan evolucionados. Y sus algas en simbiosis mueren porque no logran adaptarse a las altas temeraturas ¿Imaginan entonces la velocidad a la que estamos haciendo daño? Descarados. Y somos es todos. Pero todos es todos. No nos importa nada. Salvo que nuestras cuentas estén llenas, nuestra salud esté bien, nuestras relaciones mejor y así nos olvidamos de todas las criaturas que necesitan que nuestra relación con ellas también esté bien.

Corales…pronto habrá que escribir de ellos y de los hermosos arrecifes que son capaces de construir, como algo del pasado y yo me resisto. No. Y no. Así como de los árboles y los bosques. No y no y no. Es imposible que no reaccionemos a tiempo. ¿Qué nos detiene? ¿Qué?

Corales y arrecifes y bosques y árboles y especies y manadas y cardúmenes y colonias. Todas tan importantes para la salud de un único planeta que tenemos. Uno solo. Uno que no podemos abandonar.

Corales…