La paz empieza por ti

Eso intento esta mañana. Anoche tarde me llamaron que las cosas de Gaia fueron saqueadas. Cómo estar en paz. Es mi pedacito de cielo en la Tierra. Cierro los ojos. Son solo cosas. Las verdad no importan. Son solo materia. Solo cosas que repongo con tiempo. Si. Tiempo. Porque es con tiempo que compramos todo. La plata no existe. Es solo el papel que representa el tiempo que invertimos para poder comprar cosas. Mujica lo explica bien. Así es que no me importó ni un segundo. Simplemente pensé en las personas que viven en casi toda nuestra Colombia en poblados desplazados en donde constantemente viven con la incertidumbre de que por esa puerta pequeñita azul de postillo pequeño e inseguro entraran quienes nos mantienen a todos atrapados en nuestro propio país.

La paz empieza por ti. Y eso intento una y otra vez. Y no sé cuánto mas tenga que escribir de ella. Ni cuántas respiraciones más hacer bien hechas. Que la lleves al estómago y que la dejas ahí y ahora sí. Suéltala. Jueputa suéltala… Difícil. Casi imposible. No lo logro. Se me mezclan las imágenes. De dónde vivo. Y de donde puedo y quiero estar en los próximos meses. De dónde he criado a mi hijo y en donde hace poco mataron a un gran amigo. A sangre fría.

La paz empieza por ti.Y yo intento y la busco y me tomo este café pensando en como es que permitimos tantas mentiras y burlas y como es que no nos movilizamos y bajamos a semejantes gobernantes del pelo. Y como es que no tomamos riendas y el control de nuestro país. Porque si no lo hacemos no podremos en poco viajar otra vez a lugares cercanos de las ciudades principales. O no podremos disfrutar de rincones que son nuestros pequeños paraísos. Un país en guerra es un país sin esperanza. Sin fe. Con minas. Con secuestro. Es un país sin libertad. Es un país preso.

La paz empieza por ti y por mi y por todos. Empieza por cada colombiano. Pero nos tienen que decir la verdad. Nos tienen que hablar claro. Porque este es un país mentiroso y le está mintiendo a la comunidad extranjera y les está presentando una paz que no sentimos, ni vivimos ni respiramos los colombianos. Y cuando se den cuenta afuera espero que quienes hayan mentido sean tan presos como nos hacen vivir. Y hoy tengo tristeza cuando debería sentir alegría. Y no. No es posible.

La paz empieza por mi y yo pongo mi pedacito.Porque no ir a los lugares que me hacen vibrar energéticamente más alto es poner mi cuota y bien alta…pero es que es un sacrificio de muchos contra el de muy pocos que deciden por el resto. Y sigo sin entender. Pero ¿por qué me tocó nacer en este país? Hubiera nacido más payasito. ¿Payasito? Payasitos los presidentes que hemos tenido. Atrevidos. Mojigatos. Mentirosos. Siento estar molesta hoy. Pero así es.

Porque pasa en todo. Pasa en los puertos. Si fueran a Buenaventura o Cartagena entenderían. Si fueran al Chocó entenderían. Si fueran a Río Claro entenderían. Si fueran a pequeños poblados entenderían. Si su zona de confort quedara más lejitos que el carro lujoso que conducen. O si montaran en bus o si sus vidas fueran menos perfectas entenderían. Yo he visto otra Colombia y anoche casi no duermo. Cómo hacerlo. Si es que ya el peligro no es que verdaderamente no tenemos paz sino que dicen que la hay. Tomará muchos años. Yo creo en ella. Ella es. Blanca y hermosa. Transparente. Eso. Transparente. Y así deben ser quienes dicen que la están haciendo. Pero yo quisiera ver a los que la firmaron y a quienes entregan sus armas en esos pueblos en donde anoche no hubo paz. En mi pequeña Gaia siendo saqueada de cuenta de quienes viven aún en el monte porque afuera no tienen oportunidades, ni salud ni empleo ni nada. Eso. Nada. Y sin vida digna no hay paz. Ni un poquito.

Y la paz empieza por ti. Por mi. Por todos. Pero todos somos todos. Y hay algunos en que insisten en hacer otra cosa.