¿Tantos Sapos Que Hemos Tragado No?



Desde hace 7 años vivimos, como decían las caseritas de la UDP, “comprando del letrero”! ¿Que dice el letrero? Cosas bonitas como por ejemplo: ”Vamos a recuperar el mar prontito”, “La nueva Constitución es bienestar”, “La masacre de Pando mentira es”, “Los muertos en este gobierno, no existen pues”, “Evo Morales no es responsable de la masacre de Chaparina, ni de nada en su gobierno, pues los culpables hay que mirarlos en coquita”, etc. La última campaña: “La carretera por el TIPNIS es para los indígenas, no hay cocales allá”, etc, etc. Innumerables y carísimas campañas para mostrar solo el lado de los “buenitos del gobierno”.



Y el Oscar va para…. “El gobierno boliviano” Bravo! Bravo! No es tan difícil contratar los mejores creativos del mercado cuando tienes 1.200 millones de dólares para gastar en propaganda. La campaña de hoy nos tiene absortos en la legalidad de la consulta previa: “La consulta previa es legal y está consagrada en la Constitución”, dicen. ¿Qué hay de malo en eso? No dice la verdad un poco más completa. Soslaya que ya existe una ley contra la construcción de la carretera por el medio del TIPNIS, y por tanto ya no es consulta previa, sino posterior. También soslaya el hecho de que existe un grave peligro de genocidio, claramente intencional, de parte de los campesinos cocaleros avasalladores de las tierras indígenas que están legalmente escrituradas para los nativos de la zona. Es decir, esta propaganda mentirosa nos hace creer que está bien pasar una carretera por el medio de una casa que es propiedad privada comunitaria.



Las anteriores campañas le dieron al gobierno la oportunidad de seguir gobernando, a pesar de tener 500 mil personas que tienen hasta 7 carnets de identidad, es decir, que son capaces de voltear cualquier votación para favorecer al gobierno. Entonces el pueblo está indefenso, ante la enorme capacidad de compra que tiene el gobierno, con plata del estado, para comprar a los mejores creativos del marketing institucional que existen. Y claro, también para comprar conciencias que digan que leer la coca antes de impartir justicia “es una visibiliización de la realidad cultural de Bolivia, aceptable y loable”. Es decir que ya tenemos una nueva campaña mediática en puertas: Vamos todos a coquear, vamos a poner la coca en primerísimo e importante lugar en nuestra sociedad, y vamos a aplaudir hasta con las patas cuando los magistrados más botados de la historia den fallos hilarantes, pero congruentes con la lectura de la hojita sagrada.



Así las cosas, Evo Morales no es un líder, sino un producto muy bien vendido nacional e internacionalmente, y los derechos humanos y el cuidado de la vida en mi amada Bolivia, hace rato que murieron en la guerra del marketing social, atacadas por el “fuego amigo”. La ciencia, la ley y las buenas costumbres, están enterradas en el mismo panteón. Por tanto, ¿que nos queda? Lo único con que realmente contamos: nuestra propia e intrínseca capacidad, como pueblo Boliviano, de renacer de nuestras cenizas; de entender que el síndrome de indefensión ante el enorme poder gubernamental, no nos hará daño nunca más si nos unimos y nos organizamos para vomitar la violencia institucionalizada.



¿Cuál es el siguiente paso? El pueblo ya ha demostrado que puede votar mayoritariamente en contra del gobierno, como en la elección judicial, y el gobierno ha demostrado que no le importa ni un ápice la votación del pueblo. Su burla ha sido demasiado grande. También le ha demostrado que puede tomar las calles para apoyar una causa justa hasta doblarle el brazo al gobierno, y el gobierno ha demostrado que puede doblar el brazo, pero jamás doblará las rodillas frente al pueblo. Y así, hoy por hoy nos quieren vender una consulta previa que es posterior, y nos quieren vender a un presidente ignorante de su enorme poder para que acceda una vez más al gobierno a través de nuevas elecciones truchas, avaladas por el poder judicial más botado del mundo.



Cada semana, cada mes, tenemos una nueva campaña de marketing gubernamental. Ahora que nos hemos dado cuenta del daño que nos están haciendo al vendernos mentiras con nuestra propia plata, es hora pues de dar el siguiente paso, que está siendo fermentado en el estómago de cada ciudadano harto de tragarse las ridículas historias que producen los marketeros más astutos del folklore plurinacional, y que será vomitado con fuerza porque ya no es posible seguir tragando sapos sin sentir las arcadas de la revolución estomacal.



Somos Muchos. Somos Buenos. Somos Bolivianos! Y hemos recuperado el Orgullo Boliviano con el que vamos a demostrar, cada uno desde nuestro humilde lugar, que somos capaces de ver más allá de lo evidente, es decir, más allá de la simple propaganda que quiere cegar nuestros corazones ante la maldad. Se viene la Novena Marcha. Se viene la defensa de nuestro país y de nuestros hogares. No vamos a claudicar. Nadie necesita decirnos qué hacer porque nuestros corazones ya lo saben. No vamos a tragar más sapos. Punto.

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